José «Pepe» Mujica, el exguerrillero que gobernó Uruguay con un discurso anticonsumista y se convirtió en un referente de la izquierda latinoamericana, falleció este martes (13.05.2025) a los 89 años, según informó el actual mandatario, Yamandú Orsi.

A principios de este año, Mujica reveló que el cáncer de esófago que le había sido diagnosticado en mayo de 2024 se había extendido y que su cuerpo ya no resistía más tratamientos.
«Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, viejo querido», escribió Orsi en su cuenta de X.
Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo.
— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) May 13, 2025
Durante su mandato, de 2010 a 2015, Uruguay se posicionó a la vanguardia de las políticas progresistas al impulsar medidas como la legalización y comercialización de la marihuana —una primicia mundial en 2013—, la legalización del aborto y el matrimonio igualitario.
Sin embargo, más allá de sus políticas, fue su estilo de vida lo que lo convirtió en un ícono. Con una forma de ser sencilla, alejada de todo protocolo, su coherencia con la prédica anticonsumo y su defensa del planeta lo catapultaron a la fama mundial. Amante del trabajo de campo, la política fue siempre su gran pasión.
José Alberto Mujica Cordano nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935. Descendiente de inmigrantes vascos e italianos, fue criado por su madre, a quien describía como «una doña muy dura». Tras la temprana muerte de su padre, comenzó a cultivar y vender flores en mercados callejeros para ayudar a su familia.
Inicialmente militó en el conservador Partido Nacional, vinculado a su familia, pero en la década de 1960 se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), una guerrilla inspirada en la revolución cubana que buscaba desmantelar el «Estado burgués» mediante robos, secuestros y atentados.