Cinco personas han fallecido en una avalancha desencadenada este viernes cuando cientos de subsaharianos intentaron entrar de manera masiva desde Marruecos a España, y 130 lo consiguió.

Según informa Efe, que cita fuentes locales de la provincia marroquí de Nador, también se registraron 76 heridos entre los migrantes, y 13 se encuentran en estado grave. Además, 140 policías marroquíes resultaron heridos y cinco de ellos de gravedad.

Los migrantes, en su mayoría varones jóvenes subsaharianos, derribaron esta mañana la puerta de acceso del puesto de control fronterizo del Barrio Chino, que separa a Melilla de Marruecos, y accedieron a la ciudad española saltando por el tejado del puesto de control.

Se trata del primer intento de entrada masiva que se produce desde que se restablecieran las relaciones entre España y Marruecos el pasado mes de marzo, cuando el Gobierno español apoyó la propuesta de Rabat de convertir al Sáhara Occidental en una provincia bajo soberanía marroquí.

El presidente español, Pedro Sánchez, declaró este viernes que la gendarmería marroquí «se ha empeñado a fondo» en tratar de evitar «este asalto violento».

Sánchez dijo que «es importante reconocer el extraordinario trabajo que están haciendo las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Melilla y el trabajo que ha hecho en este caso el Gobierno marroquí (…) para frenar un asalto violento que pone en cuestión nuestra integridad territorial». 

Por otro lado, la portavoz de Interior del Partido Popular (PP), Ana Vázquez, solicitó «una comparecencia urgente» del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. «Es inadmisible la dejación del Gobierno y el abandono a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) que defienden nuestras fronteras. ¿De qué sirvió cambiar la postura sobre el Sáhara?», escribió en Twitter.

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