La situación actual en España, donde la COVID-19 parece regresar, hace temer lo peor. Especialmente en Madrid. La capital ostenta el récord en cuanto al número de brotes de contaminación con 26 focos activos, según las autoridades. También se han registrado unas 25 muertes adicionales desde el jueves pasado en todo el país.
Este resurgimiento del coronavirus ha obligado al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a reducir sus vacaciones para intentar recuperar el control de una situación que parece escapar a las autoridades.
Después de un récord de 7.000 nuevos casos el jueves, 8.148 personas fueron diagnosticadas como portadoras de la COVID-19 el viernes 21 de agosto. El jefe del gobierno español está de vuelta en Madrid, donde tratará de tranquilizar a sus conciudadanos, mientras una segunda ola parece acercarse.

En la capital, ante el aumento de los casos en particular en dos barrios de clase trabajadora, las autoridades piden a los residentes que se queden en sus casas. Por el momento no se piensa en restablecer el estado de emergencia y son los gobiernos de las regiones los que están gestionando la pandemia.
Pero si la curva sigue subiendo, será el gobierno español el que tome el relevo. La situación es muy preocupante, sobre todo porque el comienzo del nuevo año escolar está previsto para dentro de dos semanas.
Cierre del ocio nocturno, y la prohibición de fumar en vía pública si no hay distancia física, son algunas de las medidas tomadas recientemente en España para contener la propagación del virus.
Más de 386.000 enfermos de COVID-19 en España
Este aumento de los casos también está repercutiendo en el stock de medicamentos. Según la Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios, el país no cuenta con muy poco Remdesivir, el único antiviral autorizado. Una situación alarmante que sitúa al país como el que, proporcionalmente, tiene más casos en Europa.