Pasada la medianoche, arribó a Santiago el Airbus A321 con 45 chilenos deportados desde Estados Unidos, en el marco de las recientes medidas adoptadas por el gobierno de Donald Trump contra los migrantes en situación irregular. Este grupo es el primero de connacionales afectados por estas disposiciones.

De los 45 deportados en el vuelo chárter, tres tenían órdenes de captura vigentes en Chile, por lo que fueron detenidos por la PDI y quedaron a disposición de los tribunales. Los otros 42 pudieron reunirse con sus familias en el aeropuerto internacional de Santiago.

Una de las deportadas, Natalia Gallardo, fue arrestada en una redada policial dentro de un night club clandestino en Colorado. Su padre, David Gallardo, relató con angustia: “Mi hija está disminuida física y moralmente, y el abrazo que le di fue muy significativo para nosotros, tras todo lo que hemos vivido”.

Otro de los retornados, Yerko Aliaga, ex participante de un reality show y bailarín en Estados Unidos, denunció las condiciones en los centros de detención migratoria: “El trato que te dan es pésimo. Nos tenían en una sala llamada ‘la hielera’, a 12 grados, sin colchonetas ni frazadas. Éramos más de 30 personas en un espacio para nueve”.

Detenido en Miami, Aliaga relató: “Iba manejando con mi licencia, me controlaron la placa y, al ver que era latino, me hicieron el chequeo. De ahí, directo al centro de detención. Esto no es solo por delitos, es una persecución al migrante”.

Otro de los deportados admitió: “Yo estaba haciendo cosas ilegales, no lo niego, pero nos trataron como perros”.

Sobre las expulsiones, el Ministerio del Interior de Chile explicó que la medida responde a la nueva política migratoria de Estados Unidos. “En coordinación con las autoridades estadounidenses, el Gobierno de Chile, a través de los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Seguridad Pública, junto a la Policía de Investigaciones y el Servicio de Registro Civil, ha gestionado el retorno de nuestros connacionales”, señalaron desde la cartera.