El primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, enfermedad crónica considerada como una de las principales patologías no transmisibles y que afecta a millones de personas alrededor del mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que, en 2019, afectó a 262 millones de personas y causó 461.000 muertes.
El asma bronquial es una inflamación crónica de la vía aérea pequeña, específicamente de los bronquios distales. Esto provoca obstrucción del flujo de aire al respirar, originando silbidos, opresión torácica y dificultad respiratoria.
Los principales síntomas de esta enfermedad son: tos, sonidos sibilantes, falta de aire y opresión torácica. Esto se puede presentar una o varias veces durante el día o en la semana, y suelen manifestarse al hacer ejercicio y al estar en contacto con pelaje de animales, polvo, perfumes o jabones fuertes, por ejemplo.
“La aparición de esta enfermedad se relaciona a factores genéticos, alergias como rinitis, dermatitis o exposición a condiciones de aire que son dañinas para la salud. Además, la obesidad se considera un factor de riesgo de asma de adulto no alérgica”, explica la Dra. María Teresa Parada, broncopulmonar y jefa del Centro de Enfermedades Respiratoria y Alergias de Clínica UANDES.
Para quienes padecen esta enfermedad es fundamental su tratamiento que consiste en el uso de inhaladores con corticoides, los que permiten que el sistema respiratorio se mantenga desinflamado. Además, deben cumplir con controles médicos para ajustar los medicamentos, tanto en otoño (previo al invierno) y en primavera (previo a la temporada de alergias).
También es importante seguir algunas recomendaciones para tener la enfermedad controlada:
- No suspender los tratamientos cerca del invierno
- Vacunarse contra la influenza
- No fumar
- Evitar la contaminación dentro del hogar, ocupando calefactores eléctricos, mascotas si se es alérgico, ventilar a diario, no secar la ropa al interior ni utilizar productos inhalantes, como aromatizadores, elementos de aseo y perfumes en spray
- Evitar hacer ejercicio al aire libre en días de mayor polución, sobre todo con bajas temperaturas, porque facilita el ingreso del virus o aire contaminado
- Tener una pauta de manejo de crisis de obstrucción bronquial
La Dra. Parada afirma que, “con estas medidas, una persona con asma puede controlar su enfermedad, evitar o atenuar una crisis de obstrucción bronquial, disminuyendo la necesidad de atención en servicios de urgencia. El autocuidado es fundamental para los pacientes”.
By: Bernardita Correa Ovalle /
