La pandemia del coronavirus, hace mucho tiempo, dejó de ser solo sanitaria. Inmediatamente, tal efecto dominó, la economía de los países y de sus habitantes comenzó a resquebrajarse debido a la inactividad obligada de gran parte del comercio y servicios.
Es en esta situación que la banca tiene un papel fundamental, pues estas instituciones son las que proveen de dinero tanto a las personas como a las pymes. En tiempos difíciles, su rol es clave.
Sin embargo, para muchos expertos, los bancos en Chile no han tenido un papel determinante, es más, se han limitado a ser meros espectadores de la crisis.
De todas maneras, estas instituciones financieras han adoptado medidas para aplacar el efecto de la crisis en sus usuarios, como la prorrogación de créditos de consumo, refinanciamiento de créditos con algunos meses de gracia o reestructuración de las deudas, sin embargo, para muchos no es suficiente.
El economista y presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, Andrés Solimano, explicó que los bancos pueden hacer mucho más, como el otorgar créditos para las familias y pymes de una manera mucho más fluida, tomando en cuenta que han recibido el apoyo del Gobierno para renegociar los créditos, con garantía estatal incluida. Sin embargo, esta confianza en la banca no ha sido fructífera tomando en cuenta que el otorgamiento de créditos ha llegado a aproximadamente 25.000 pymes de un universo de 600 mil. Sin embargo -a su juicio-, los bancos andan más bien preocupados de sus propios ingresos.
“Los bancos están, como siempre, preocupados más bien de sus ingresos, sus utilidades, su situación patrimonial y, en una situación de crisis, yo creo que lo principal es importante mantener el flujo de créditos, que llegue a las empresas y que llegue a las personas”.
Para Solimano, hay un error garrafal en el diseño que ha implementado el Gobierno, y es poner a la banca como objetivo final de su política económica cuando, en realidad, debiese ser la gente.
“No se debe colocar lo intermediario como objetivo final, pues el objetivo final deben ser las personas, las familias y las empresas que tienen menos espalda financiera (…) yo creo que hay un problema de diseño por parte del Gobierno de dejarle a la banca enteramente la responsabilidad de los créditos”.
El economista y ex presidente del Banco Estado, Guillermo Larraín no cree que el problema de los bancos en esta crisis se deba a su limitación a ser testigos, su inactividad o falta de competencia. Para el también académico, la traba de estas instituciones se debe a que el diseño de los instrumentos que ha propuesto el Gobierno tiene algunos errores y eso retardaría la labor bancaria.
“Entre ellos está el hecho de que para acceder, por ejemplo, a las líneas Covid, los bancos tienen que hacer dos cosas: uno, retener una parte del crédito que entregaban con garantía con respaldo del capital del propio banco; segundo, tienen que reprogramar otros créditos que el cliente pudiese tener en el mismo banco, también con cargo a su propio capital. Entonces, en ese contexto, lo que tienen que hacer razonablemente los bancos es examinar la solvencia del cliente y eso es lento, desgraciadamente es lento”.
Pero no todos coinciden con Larraín. Para el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (CONADECUS), Hernán Calderón, la banca no ha hecho ningún aporte significativo porque no está interesada en realizarlo. Según el constructor civil de profesión, las instituciones financieras en cuestión están actuando como históricamente han actuado.
Sin embargo, y precisamente porque los bancos no tomarán iniciativa significativa alguna –según Calderón-, es el Gobierno quien debe ordenar a los bancos al respecto, sin embargo, el Ejecutivo ha estado lejos de hacerlo.
Para el presidente de CONADECUS, es impresentable que las autoridades no se impongan a estas instituciones financieras, muy por el contrario, asuman un tono de sumisión frente a ellas.
“El Gobierno aparece como pidiéndole por favor que haga alguna acción en favor de las pymes y las personas. Me parece que es impresentable la forma en que el Gobierno actúa frente a la banca, con temor y rogándoles que accedan a lo que ellos están solicitándole. Es una falta de autoridad que sorprende”.
Hernán Calderón es claro en proponer medidas concretas que debiesen realizar los bancos frente a la pandemia que vive el país.
“Aquí se necesita algo más concreto, más preciso, garantizarle los ingresos a las personas por unos tres o cuatro meses, una postergación del endeudamiento, una postergación de las demandas y los embargos, por lo menos, por un año, para que las personas puedan ordenarse y e intentar, al menos, seguir respondiendo y no perder sus viviendas, perder sus bienes y no quedar en la calle”.
Además, Calderón recordó que la banca tiene una deuda gigante con el pueblo chileno, considerando que fue el Estado quien salvó a estas instituciones financieras el año 1.982, cuando la crisis económica los dejó al borde de la quiebra.
El cuestionamiento a los bancos se da en un contexto difícil, tanto así que este domingo el Presidente Sebastián Piñera anunció que se establecerá un Fondo con Garantía del Estado y una Red de Instituciones Financieras no Bancarias, para llegar con más rapidez y profundidad con créditos de capital de trabajo para las empresas más pequeña.
Ante esto, la Convergencia Nacional de Gremios Pymes y Cooperativas de Chile planteó sus dudas y sostuvo que “los problemas no se solucionarán solamente con créditos, sino que con la generación de herramientas para que las pymes sean más competitivas, desarrolladas, reconocidas y valoradas por su capacidad de crear empleos, desarrollar los territorios y distribuir de mejor forma la riqueza”.
Solución o no, el hecho de que el Presidente Piñera haya anunciado un fondo no bancario, para muchos afirma que los bancos no han estado a la altura de las circunstancias.
By: Camilo Villa J. / Diario Uchile