La máxima autoridad regional compartió emotivos momentos junto a un padre Osornino ejemplar, que ha sabido sobrellevar el autismo de su hijo de 9 años. Precisamente ese ejemplo de templanza es lo que llevó al Intendente Jürgensen a visitarlo en este día del padre.
Miguel Basulto tiene 43 años y es padre de dos hijos: Maite de 22 y Diego de 9 años, un niño muy especial que padece autismo, y con quien vive en la ciudad de Osorno, cumpliendo él la labor de cuidarlo. Desde hace un tiempo asiste a la escuela especial “Raíces” y según su papá, es un niño que entrega amor sin cuestionar a quien.
En medio del entorno en donde trabaja hace 11 años, el Liceo Técnico Adolfo Matthei, Miguel compartió con el Intendente Regional, recorriendo en un grato ambiente el Parque Botánico.
“Hemos querido saludar a un papá especial, un papá veterinario, que tiene un niño especial autista, él lo cría con tanto esmero, con tanto cariño, con tanto amor. Nuestro reconocimiento, porque realmente hace una labor maravillosa, destacarlo a nivel de nuestra sociedad, hombres como él hay pocos, con el corazón grande, lleno de entrega por sus hijos: Felicitaciones Miguel”, le expresó el Intendente en una amena conversación mientras Diego jugaba entre los árboles.
 
“Muchas gracias por sus palabras, realmente me emociona, este pequeño reconocimiento para un papá, lo lindo que es ver feliz a sus hijos, esa es mi tarea día a día, que él sea feliz, se sienta seguro y parte de esta sociedad”, comentó Miguel.
A medida que avanzaba la conversación, el Intendente le pidió que manifieste sus inquietudes frente a lo que implica tener un hijo con discapacidad, a lo que Miguel expresó. “Lo que Diego necesita es su espacio en la sociedad, todavía luchamos por una ley de inclusión por el autismo, es un país que recién está empezando con todos estos proyectos, y estos niños tienen la capacidad de insertarse en la sociedad sin ningún problema, son niños con las mismas condiciones que cualquier otro”.
Un abrazo sincero selló este encuentro, acogiendo además la invitación de Miguel para conocer la casa taller “Mi Espacio”, lugar al que Diego asiste algunas tardes de la semana y en donde realizan terapias con profesionales especializados.

“Que exista integración e inclusión en estos niños con condiciones especiales, que realmente nos llenan la vida, nos llena el corazón, son seres de luz, de mucho amor. Tienen una sinceridad en su corazón que los hace especiales, verdaderos, tienen mucha luz, entonces esa es la fuerza que nos dan día a día”, concluyó este padre ejemplar.