Este martes el presidente Sebastián Piñera, junto a la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, y el ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Felipe Ward, promulgaron la ley de teletrabajo y trabajo a distancia. Una iniciativa que tiene por finalidad dotar de una regulación flexible a los trabajadores para que puedan desempeñar sus labores en el domicilio y que, tras casi un año en el Congreso, completó su trámite este lunes.
Desde su oficina en el Palacio de La Moneda y a través de una vídeo conferencia, el mandatario firmó la normativa con la que buscan compatibilizar adaptabilidad laboral con los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras dependientes.
Allí, Piñera destacó que la legislación permitiría que, si un trabajador ya tiene una relación laboral, de carácter presencial en la empresa, pueda acordar con su empleador el cambio total o parcial a la modalidad de trabajo a distancia o teletrabajo. Así también, hizo mención a que la herramienta permitirá descongestionar las ciudades, el transporte público y, en el contexto del coronavirus, entregará más seguridad a los trabajadores.
Pero la promulgación generó distintas reacciones en el espectro político. Desde Renovación Nacional celebraron la aprobación de la iniciativa del Ejecutivo argumentando que ésta nos deja más cerca de los países desarrollados en materia de derechos laborales. Fue el diputado RN, Frank Sauerbaum, quien expresó la opinión del oficialismo respecto de esta nueva ley promulgada hace pocos momentos.
“Chile se pone al nivel de los países desarrollados en donde el teletrabajo y el trabajo a distancia es frecuente y es común, mejorando la calidad de vida de los trabajadores y también resguardando sus derechos“, indicó el parlamentario.
El teletrabajo hoy en día es una realidad, pero depende de la buena voluntad de la empresa y del acuerdo con el que llegue el trabajador, y hoy día sólo se hace una mención en el Código del Trabajo, pero no hay precisión respecto de los derechos laborales”, comentó Sauerbaum.
Pero para su aprobación tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, y con mayoría opositora en ambas cámaras, la iniciativa necesitó de votos cruzados para lograr el quorum requerido. Uno de estos votos, fue el que dio el diputado independiente e integrante de la bancada PPD, Raúl Soto, quien también valoró la promulgación de una ley que, para él, entrega más y mejores derechos laborales a los trabajadores y trabajadoras.
“Me parece positivo que avancemos en una regulación permanente del trabajo a distancia en nuestro país y que se haga además desde el punto de vista de una flexibilidad protegida, es decir, con más y mejores derechos laborales para los trabajadores”, señaló Soto.
“Creo que era una medida necesaria, evidentemente que no va a poder acoger la gran cantidad de empleos en nuestro país, pero sí a un grupo importante de personas que por el tipo de trabajo que realizan van a poder acogerse a ella“, añadió el parlamentario independiente.
Sin embargo, no todo fueron loas para la nueva legislación. Desde el Frente Amplio se concentraron las mayores críticas al proyecto, en donde sus parlamentarios votaron en contra de varias de las indicaciones propuestas, con el objetivo de llevar el proyecto a una comisión mixta y que surgiera un acuerdo común.
No obstante, esto no ocurrió y la diputada y presidenta de Convergencia Social, Gael Yeomans, lamentó que la nueva ley perjudique a parte de los trabajadores y, en especial, de las trabajadoras.
“Creo que es momento de avanzar en más y mejores derechos para los trabajadores y no retroceder. Este proyecto se fue con dos grandes problemas: no tenemos límites de jornada laboral, ni derecho al descanso, ni pago de horas extras o incluso acceder a normas de higiene y seguridad en el trabajo. Para las mujeres no hay medidas para que ellas puedan trabajar desde su casa sin tener que hacerse cargo de las labores reproductivas o domésticas, porque sabemos la definición de roles que tiene esta sociedad”, sostuvo la parlamentaria.
“Me hubiera gustado que despacháramos un mejor proyecto para la gente, con más derechos y en momento tan difíciles como los que estamos viviendo, donde la protección de las y los trabajadores debiesen ser nuestra prioridad“, agregó la presidenta de Convergencia Social.
Esto porque la ley de teletrabajo aprobada “asegura” 12 horas de descanso entre jornada y jornada, lo que ha sido visto por algunos sectores como una precarización en las condiciones laborales, con jornadas que podrían extenderse más de lo legalmente dispuesto.
Actualmente, la ley ha tomado mayor relevancia por la pandemia global de coronavirus, al permitirle a los trabajadores desempeñar formalmente sus labores sin asistir a la empresa en forma presencial. En ese sentido, según cifras del Ministerio del Trabajo, a la fecha, sólo un 1,5 por ciento de los trabajadores del sector privado ejerce su labor en el formato a distancia, es decir, unas 81 mil 695 personas de más de cinco millones 400 mil trabajadores.
By: Tomás González F / Diario UChile