Miles de peruanos continuaban llegando desde las regiones hacia Lima, para llevar a la capital del país una serie de reclamos contra el Gobierno interino de Dina Boluarte, asumida tras la destitución del expresidente de izquierda Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre.
Los manifestantes, en su mayoría provenientes de zonas rurales y comunidades indígenas, exigen la renuncia de Boluarte, el adelanto de las elecciones a 2023 y el cierre del Congreso, entre otras demandas. También exigen justicia por las víctimas de la represión registrada en las últimas semanas en el marco de las protestas.
Bajo un clima de tensión, más de 11.000 miembros de la Policía Nacional de Perú (PNP) fueron asignados al control de las manifestaciones, anunció Víctor Zanabria, jefe de la Región Policial de la capital.
Además, la PNP ha reforzado la seguridad con vehículos blindados en la avenida Abancay y el Congreso de la República.
Alrededor de la Plaza San Martín, en el centro histórico de Lima, los comerciantes han decidido cerrar sus negocios ante el temor por posibles enfrentamientos y actos vandálicos en la zona.
En tanto, la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) anunció el cierre de estaciones Colmena, Jirón de la Unión, Tacna y Castilla del Metropolitano en el Centro de Lima por manifestaciones.
Por su parte, la ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, informó que los 24.500 centros de atención médica de todo el país, entre públicos y privados, se encuentran en alerta roja con lo cual todas sus áreas y servicios están operativos y a disposición de la población, informó El Comercio.