Chile e Israel protagonizaron un desencuentro diplomático tras unas declaraciones del canciller del país sudamericano, Alberto van Klaveren, quien condenó «el uso de la fuerza contra civiles» y pidió «a todas las partes implicadas» a cesar lo ataques. Unos comentarios que del lado israelí fueron calificados de «desafortunados».
«El uso de la fuerza contra civiles nunca es aceptable en los conflictos armados, aún en el ejercicio de la legítima defensa. Hacemos un llamado a todas las partes involucradas en los actos de violencia en Israel y los territorios palestinos a respetar ese principio básico. Eso vale para Hamas, la Yihad Islámica, el Estado de Israel y cualquier otro actor que intervenga en el conflicto», comentó el canciller Van Klaveren.
Reacciones desde Israel
A través de las redes sociales, el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, dijo: «Muy desafortunado que mientras sigue el ataque que nos ha costado cientos de vidas de israelíes masacrados, heridos y secuestrados, se ponga en duda el derecho de Israel de defenderse».
Artzyeli añadió que «mencionar a Israel junto con Hamás y la Yihad islámica, grupos terroristas islámicos apoyados por la dictadura iraní, es lamentable».
De acuerdo con las últimas estimaciones, más de 700 israelíes han muerto desde el inicio de la ofensiva de Hamás y 2.382 personas recibieron asistencia médica en los hospitales del país, mientras que en Gaza han muerto 493 palestinos y otros 2.300 más resultaron heridos.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció este lunes un «asedio completo» a la Franja de Gaza mientras continúan los combates contra Hamás.
«He ordenado un asedio completo de la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está cerrado», declaró Gallant. «Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia», agregó.
meios locales señalan que el número de víctimas civiles mortales palestina se suman por centenares, mientras que la cifra de heridos sería de miles. Israel impide el ingreso de la cruz roja a la zona bombardeada