El informe de la OCDE Women in Work Index 2019, recientemente publicado este mes, analizó las tasas de inequidad laboral que sufren las mujeres que viven en 32 de los 36 países que integran el bloque, aquellos que concentran el 62.2% del Producto Interno Bruto mundial, y en el que Chile, México y Turquía integran como países emergentes.
El estudio abordó aspectos como como la brecha salarial por género y la tasa de participación femenina en la fuerza laboral, situando a nuestro país en el puesto número 30 de 34 países, sólo por encima de Grecia, México y Corea.
La medición, además comparó las cifras desde el año 2000 en cada país para evidenciar el progreso que se ha experimentado durante los últimos 17 años. En el caso de Chile, la brecha salarial entre mujeres y hombres sigue aumentando, pese a que la tasa de participación femenina en la fuerza laboral ha aumentado desde un 20% en el año 2000 hasta llegar al 55% el año 2017.
Finalmente, el informe destaca a Luxemburgo, Polonia, Bélgica, Irlanda y Reino Unido como los países que han experimentado las mayores mejoras en torno al tema, mientras que Francia, Portugal, Austria y Estados Unidos expresan las principales caídas.
Para Johanna Reyes, directora de Mujeres Emprendedoras, una de las formas de revertir esta injusta y lamentable situación es que las mujeres se empoderen, capaciten y se atrevan cada día más. “En la actualidad estamos cada vez más empoderadas, más seguras, pues nos hemos dado cuenta de lo importante, grandes y potentes que somos, de que podemos lograr metas, establecer normas y códigos femeninos que debemos respetar y apoyarnos entre todas, no obstante, debemos seguir capacitándonos, preparándonos y atreviéndonos, porque si no nos creemos el cuento nosotras mismas, nadie lo hará por nosotras, y las cosas no cambiarán en el futuro. Ser mujer profesional, casarse y tener hijos, esa era la estructura, pero es hora de cambiar los paradigmas, ser más negociadoras para postular a cargos y que obviamente se nos pague el mismo salario que los hombres”.
En el mismo sentido, Johanna Reyes agregó que “en el mercado laboral nos estamos moviendo, postulando a cargos de directorio y primera línea porque sabemos que podemos establecer cambios importantes para nuevas generaciones y despejar la cancha para nuestras hijas y nietas, para lograr que las trabas y obstáculos que se les presenten en el futuro sean por otras causas y no por ser mujer. Se ha comprobado que la mujer en altos cargos o proyectos somos más productivas y por ende más rentables, y es ahí donde existe esa cadena de valor para cambiar la situación a las mujeres. No obstante, la brecha salarial es una deuda de nuestra sociedad y se debe igualar, por lo que se debe avanzar en este sentido con cambios profundos en nosotras mismas. Mientras los hombres no le tienen miedo al éxito nosotras sí, y en general también le tenemos miedo al fracaso, por lo que debemos cambiar esta realidad ya que son factores que inciden en la estructura de pago de sueldos. Debemos abrir la mente y arriesgarnos más por nuestros objetivos, debemos ser más competitivas, elegir carreras más tecnológicas o financieras, ya que no existen muchas mujeres que hayan elegido estas carreras, que son mejores pagadas en el mercado
Finalmente, Reyes resaltó que “también se debe trabajar políticas púbicas que permitan una verdadera complementariedad. Por ejemplo, las mujeres en edad fértil somos más caras en el sistema de salud, por ende en los trabajos somos un “cacho” porque podemos ser madres en ese periodo, pero si no se nos castigara de esa manera y fuera más equitativo, por ejemplo descontando también al padre de su salud obligatoriamente, estaríamos igualando en un 50% el papá y un 50 % la mamá, y así no sería tan terrible para la futura mamá que estaría pagando más por un hijo que también es responsable el padre. Otro punto importante sería fiscalizar a empresas donde haya hombres y mujeres realizando un mismo cargo y las mismas competencias, que finalmente sea el mismo sueldo para ambos, y debería ser reconocida por aportar a la complementariedad y desarrollo de la mujer”.
By: mujeresemprendedoras.cl