Una publicación alemana cuestiona los cultivos de este fruto por utilizar pesticidas altamente tóxicos que fueron prohibidos en la Unión Europea, principal destino de las avellanas cultivadas en nuestro país. La coordinadora de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas, María Elena Rozas, apuntó a la falta de regulación en el uso de sustancias tóxicas en los cultivos.
En los últimos años, Chile se ha convertido en una de las mayores áreas de cultivo de avellanas en el mundo. Este fruto seco se produce en cantidades industriales y la mayoría se envía a países de Europa, donde sirve de materia prima en la preparación de dulces y chocolates.
Sin embargo, la industria chilena de las avellanas, controlada por Grupo Ferrero- compañía italiana que elabora la tan apetecida Nutella- está siendo cuestionada por utilizar pesticidas altamente tóxicos, los cuales fueron prohibidos en la Unión Europea hace más de una década.
Según publicó el medio alemán Daserste, los cultivos son rociados con glifosato y paraquat, sustancias altamente cancerígenas. En el caso del paraquat, se trata de un producto muy peligroso que produce complicaciones renales y puede causar la muerte. El uso de esta sustancia está completamente prohibido en los países de la Unión Europea, principal destino de las avellanas cultivadas en Chile.
En conversación con Radio Universidad de Chile, María Elena Rozas, coordinadora nacional de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas (Rapal) explicó que el uso de estos químicos puede ser fatal, y que las consecuencias las pagan los trabajadores agrícolas y las comunidades aledañas a los cultivos.
“El paraquat es un producto que está prohibido en la Unión Europea y, sin embargo, en Chile está clasificado como moderadamente tóxico con etiqueta de color amarillo. En la Unión Europea está clasificado como H330, es decir, que es fatal si se inhala. Está asociado a Parkinson, cáncer y alteraciones del sistema reproductivo. Es un plaguicida altamente peligroso”, enfatizó Rozas.
La publicación alemana indica que se han encontrado sustancias, incluso, más tóxicas que el paraquat en la orina de alumnos de escuelas rurales cercanas a estos cultivos. Una de ellas es el paratión, que es altamente venenoso y está prohibido en nuestro país.
María Elena Rozas enfatizó que cultivar avellanas en Chile es un negocio fácil y rentable, ya que es legal el uso de herbicidas altamente tóxicos. Para ella, esto responde al lobby y las presiones económicas que ejercen las compañías productoras de estos químicos.
“Por un lado han sido las grandes presiones de estas transnacionales agroquímicas y, por otro, ha sido falta de voluntad política de las autoridades. Si se puede prohibir en la UE, que tenía un uso importante, por qué no se puede prohibir en estos países”, expresó.
La coordinadora de la Red de Acción en Plaguicidas puntualizó que, si bien el uso de estos productos es cuestionable desde el punto de vista ético, para los exportadores no genera problemas en Europa, siempre y cuando no se detecten residuos en las avellanas.
Cultura de la contaminación
Rozas explicó que para cambiar esta cultura de contaminación hay que apuntar a los consumidores europeos. “Es muy probable que el plaguicida ya esté inerte. Es probable que a la Unión Europea las avellanas no lleguen con residuos, pero sí para el consumidor europeo es muy importante cómo se haya producido el alimento que está consumiendo. Si ese alimento ha producido daños en la salud y el ambiente en el lugar de origen, para el consumidor europeo eso pesa”, dijo Rozas.
La coordinadora de Rapal puso énfasis en el daño ecológico que provoca el uso de estos químicos no sólo en las plantaciones de avellanas, sino que en todo tipo de cultivos. “Hay pérdidas, por ejemplo, de mariposas y otros polinizadores. Uno de los más afectados es el sector apícola, con la muerte de las abejas”, explicó.
Consultados por los cuestionamientos del medio alemán, desde AgriChile, compañía de Grupo Ferrero en nuestro país, descartaron la utilización de paraquat en sus cultivos.
“Desde 2018, AgriChile sólo adquiere fruta de productores que hayan suscritos contratos en los que declaran que no han utilizado en el cuidado de sus cultivos paraquat o cualquier otra sustancia no permitida en la Unión Europea u otros mercados de destino”, señaló la empresa en un comunicado.
BY: Cecilia Rivera H / Diario Uchile / Crédito fotografía principal: www.revistaenergia.com