La revisión de 457 cámaras de alcantarillado de aguas servidas planea realizar Aguas Décima como parte de las acciones preventivas para enfrentar las lluvias antes que comience la temporada invernal.
Pese a que el manejo de aguas lluvia está fuera de las competencias de las empresas sanitarias pues son tuición exclusiva de organismos públicos distintos, la adecuada mantención o la falta de ésta genera peligros directos sobre el sistema de aguas servidas, explicó el gerente zonal de Aguas Décima, Carlos Barboza.
Como primera respuesta, en 2022 Aguas Décima creó una unidad especial de Aguas Lluvia, para detectar, planificar y coordinar con los servicios públicos responsables las soluciones que la ciudad necesita para que no se vean afectadas las redes sanitarias.
En ese contexto, indicó Barboza, “es que estamos desarrollando un trabajo preventivo para proteger nuestra red sanitaria, pero que en ningún caso reemplaza la obligación de los servicios públicos de operar y mantener en buen funcionamiento el sistema de aguas lluvia de la ciudad”.
“Por eso hemos estrechado las instancias de colaboración con entidades como el municipio, el Serviu y la Dirección de Obras Hidráulicas para apoyarlos mediante transferencias técnicas y mesas permanentes de trabajo”, añadió el titular de Aguas Décima.
Evaluaciones
Las últimas semanas la empresa sanitaria ha concentrado su trabajo en revisar que la red de aguas servidas esté protegida de intrusiones distintas a aguas servidas.
El profesional de la unidad de Aguas Lluvia de Aguas Décima, Francisco Cárcamo, precisó que “el trabajo se ha focalizado en lo que se denomina la Cuenca Valdivia Sur que agrupa, entre otros sectores, Pedro Montt, Luis Damman, René Schneider, los Fundadores y San Luis Sur; también en el área de la cuenca Ecuador que incluye la calle del mismo nombre, la Estación, el borde río y los barrios colindantes” , especificó Cárcamo.
El profesional indicó que “a la fecha llevamos 312 cámaras revisadas y esperamos llegar a las 457 de aquí a fines de marzo”.
Las revisiones las ejecuta Aguas Décima mediante pruebas de pértigas, las que consisten en pequeñas cámaras de televisión que se introducen en las instalaciones y permiten detectar si existen tanto fisuras como conexiones irregulares que generen infiltración de aguas lluvia en la red de aguas servidas.
“Además de las revisiones con pértigas, dentro de los próximos 30 días debiéramos estar activando pruebas de humo en 26 mil 942 metros, lineales de colector, que nos permiten identificar si hay sumideros conectados a la red”, añadió Cárcamo.
Con toda la información recopilada, tanto mediante pértigas como por humo, la sanitaria realizará las evaluaciones que darán pie a las eventuales reparaciones en cámaras y tuberías, así como también en el sellado hermético de tapas que protegen este tipo de instalaciones.
Para esta fase de detección y diagnóstico, Aguas Décima ejecuta una inversión del orden de los 14 millones de pesos.
El agua lluvia es, para el caso de Valdivia, la principal amenaza que debe enfrentar la compañía a la hora de proteger la red sanitaria. Su ingreso al alcantarillado provoca saturaciones y eventuales rebalses, la sobrecarga en plantas elevadoras (PEAS) y copamientos en la capacidad de la Estación Depuradora (EDAS) de la ciudad.