Aduanas logró condena tras comprobar que empresa usó declaraciones y certificados de origen fraudulentos para concretar envíos por US$ 12 millones.
Un inusual caso de exportación con declaración de origen y certificados de origen falsas detectó el Servicio Nacional de Aduanas en una serie de operaciones de envío de frambuesas a Canadá, las cuales indican que eran productos chilenos y orgánicos, pero en realidad eran frutas de origen chino.
Este caso quedó al descubierto tras una denuncia y los procesos de control y análisis documentales que realiza constantemente el Servicio como parte de sus Planes Integrados de Fiscalización (PIF) a Posteriori que se aplican en todo Chile, cuyo foco está precisamente en detectar operaciones sospechosas para poder descubrir posibles acciones ilícitas en el contexto de las tramitaciones aduaneras de comercio exterior.
En este caso en particular, los equipos fiscalizadores de la Aduana Regional de Talcahuano, en conjunto con el Departamento de Fiscalización a Posteriori de la Dirección Nacional y la Subsecretaría de Relaciones Exteriores, auditaron una empresa dedicada a la comercialización de frutas que había concretado la exportación a Canadá de varios cargamentos de frambuesas avaluados en US$ 12 millones, logrando levantar la evidencia que configuró el ilícito.
En su declaración aduanera la empresa había asegurado que se trataba de productos de origen “chilenos y orgánicos”, incluyendo el Certificado de Origen y el certificado de producto orgánico, ambos adulterados. Sin embargo, los análisis documentales realizados por Aduanas permitieron determinar que los frutos en realidad eran de origen chino y que habían sido importados a Chile.
Una vez recibidos en un puerto de Talcahuano, los productos fueron enviados a una tercera empresa en Chillán, en cuya planta procesadora se volvieron a envasar y etiquetar bajo la frase “chileno y orgánico” para ser enviados a Canadá. Así es como se configuró el delito de declaración maliciosamente falsa contemplado en el Artículo 169 de la Ordenanza de Aduanas.
El Director de la Aduana Regional, Claudio Cid, explicó que “el buen resultado de esta investigación forma parte de las diversas etapas que tienen nuestros procesos de fiscalización, lo que nos permite controlar la cadena logística y detectar irregularidades o delitos relevantes que afectan al comercio exterior y al país, como ocurrió con este empresa exportadora”.
A través de un juicio simplificado realizado en el Juzgado de Garantía de Talcahuano, la Aduana de Talcahuano y la Fiscalía Local lograron que el representante legal de la empresa exportadora fuera condenado a dos penas de sesenta y un días de presidio menor en su grado mínimo, dos penas de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena y el pago de dos multas al Servicio Nacional de Aduanas por $2.500.000 cada una. En el caso del presidio, se determinó la remisión condicional por lo que el condenado debe presentarse en el Centro de Reinserción Social de Santiago durante un año.