La Contraloría General de la República puso un freno a la operación que impulsa la Municipalidad de Santiago, liderada por la alcaldesa Irací Hassler (PC), para adquirir la clínica Sierra Bella por $8.200 millones, lo que ha sido cuestionado por concejales de la comuna por un eventual sobreprecio.
En un oficio enviado al ente contralor «instruye a ese municipio que se abstenga de ejecutar actuaciones tendientes a materializar la referida contratación, mientras este Organismo de Control no adopte una determinación acerca de la procedencia jurídica».
Las dudas en torno a la que se había prometido como «la primera clínica municipal del país» comenzaron cuando se supo que el mismo edificio había sido ofertado por el dueño hace menos de un año por $3.500 millones.
La Contraloría había dado 10 días a la Municipalidad de Santiago para entregar los antecedentes de la operación, plazo que se cumple el lunes. Luego de eso, se decidirá se si se realiza una investigación especial para determinar eventuales faltas administrativas.
Si bien los actos administrativos de los municipios son exentos de la toma de razón de Contraloría, ya que a diferencia de otras reparticiones públicas tienen autonomía, el ente contralor sí puede realizar auditorías. En ese contexto, y dado las repetidas consultas ingresadas por eventual sobreprecio, se ordenó congelar cualquier acción de la municipalidad de Santiago en torno a la compra del inmueble.
Lo anterior se suma al hecho de que el Conservador de Bienes Raíces de Santiago rechazó estas semana inscribir la compra de la ex clínica debido a la falta de una serie de documentos, entre ellos la copia de la cédula de identidad de la alcaldesa Hassler.