- La incorporación de nuevas tecnologías posiciona a Clínica Universidad de los Andes como un centro referencia en la especialidad.
- Estos abordajes implican importantes beneficios para los pacientes, como menos días de hospitalización y un retorno a la rutina de manera más rápida.
Se trata de dos procedimientos que se realizaron por primera vez en la Clínica: un reemplazo de aorta ascendente y arco aórtico junto con revascularización miocárdica y un cierre de comunicación auricular por vía mínimamente invasiva.
El Dr. Edgardo Sepúlveda, cardiocirujano de Clínica Universidad de los Andes, estuvo a cargo del equipo médico que realizó ambas intervenciones. Para él, tener este tipo de tecnologías es muy relevante para estar a la vanguardia. “Contamos con técnicas para tratar enfermedades cardiovasculares que están disponibles en los mejores centros del mundo y, por ende, tenemos así la posibilidad de solucionar patologías cada vez más complejas”.
El reemplazo de arco aórtico se efectuó en un paciente con antecedentes cardíacos familiares, que tenía un aneurisma y una enfermedad coronaria severa que requería revascularización. “Realizamos una cirugía muy compleja, de 10 horas, con el paciente conectado a circulación extracorpórea y paro circulatorio. Se reemplazó la aorta ascendente (arco aórtico) y se reparó la aorta descendente. En esta oportunidad, se ocupó un dispositivo de última generación, que se acaba de aprobar por la FDA y que consiste en una prótesis híbrida de Dacrón que permite un reemplazo de la aorta y, a la vez, incluye un stent distal de nitinol. Así, en una sola intervención, se pueden resolver ambas patologías, evitando la necesidad de hacerlo en dos etapas y también disminuyendo la posibilidad de nuevas intervenciones a mediano y largo plazo”, explica el Dr. Sepúlveda.
Esta técnica, puede utilizarse en pacientes que tienen patologías aórticas, que incluyen aneurisma o disección aórtica. En Chile, existen muy pocos centros con experiencia en la utilización de estos dispositivos.
En tanto, el cierre de comunicación auricular se llevó a cabo en una paciente con patología congénita y que sufrió un ACV, complicación poco frecuente para esta enfermedad. Las alternativas habituales de tratamiento son la reparación del defecto en el tabique interauricular por vía percutánea con un dispositivo (la que estaba contraindicada por el tamaño del defecto) o también una cirugía cardíaca (con circulación extracorpórea tradicional). En este caso, y utilizando los mismos principios que en cirugía tradicional, se realizó una cirugía mínimamente invasiva con bypass cardiopulmonar periférico mediante una mini toracotomía (pequeña incisión lateral), lo que permitió reparar la comunicación intraauricular.
“Cada vez se está optando más por técnicas mínimamente invasivas en las cirugías cardiacas. Este abordaje implica importantes beneficios para los pacientes, como menos días de hospitalización y un retorno a la rutina habitual de manera más rápida junto con los beneficios cosméticos que conlleva al ser menos invasivo”, concluye el especialista.