En julio de este año, 46 integrantes de la Convención Constitucional habían enviado una carta a la entonces presidenta del Senado, Yasna Provoste, donde se le pedía que el Parlamento no tramitara este tipo de tratados mientras no se abordara “la discusión sobre los principios que el Estado debe resguardar respecto de este tipo de acuerdos en el contexto del nuevo marco institucional”.
Con el objetivo de abordar la modernización del denominado Acuerdo de Asociación Chile-Unión Europea, es que una delegación de cinco eurodiputados arribó al país para sostener una serie de reuniones con diversas autoridades nacionales, tales como el presidente Sebastián Piñera, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputadas y Diputados, Ximena Rincón y Diego Paulsen, respectivamente; los convencionales constituyentes Elisa Loncón y Jaime Bassa, entre otros.
La visita oficial estará encabezada por Inmaculada Rodríguez-Piñera, presidenta de la Delegación del Parlamento Europeo en la Comisión Parlamentaria Mixta UE-Chile de España, y los diputados Leopoldo López Gil, Marc Angel, Samira Rafaela y María Soraya Rodríguez, quienes además buscarán debatir sobre los desafíos de la recuperación post Covid-19, la lucha contra el cambio climático, la profundización de la democracia, la igualdad de género y los Derechos Humanos.
El hecho no ha pasado inadvertido por organizaciones sociales, donde apuntaron a una falta de transparencia por parte de representantes de la Unión Europea, en un intento por urgir a Chile a aprobar la actualización de este acuerdo -suscrito en su primera versión en 2002- en un momento de fragilidad institucional y cuando se ha propuesto posponer el trámite parlamentario de tratados de libre comercio, mientras la Convención Constitucional no delibere sobre los efectos de este tipo de acuerdos en ámbitos como la soberanía nacional.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) e integrante de la Plataforma Chile Mejor sin TLC, Lucio Cuenca, expresó que “me parece una visita impertinente de parte de los eurodiputados. Presiona una situación en Chile donde todavía estamos viviendo una profunda crisis política y de representación y esto parece más una forma de apurar la firma de la modernización del acuerdo entre la Unión Europea y Chile”. Agregó que eso es un “gesto que va en directa contraposición a los mismos principios que dice levantar ese acuerdo de cooperación”.
En ese sentido, el dirigente comentó que “la Unión Europea nunca ha dejado de negociar la modernización del acuerdo a lo largo de todo el proceso de estallido y revuelta social, donde ha habido violaciones a los Derechos Humanos por parte del Estado de Chile”.
Asimismo, Cuenca enfatizó en el trabajo que está desarrollando la Convención Constituyente y las críticas que han surgido en distintos sectores respecto a la relación que deberían tener estos tratados en la próxima Carta Fundamental. “Creo que no están las condiciones para que se sigan desarrollando estas negociaciones y que lo que corresponde, como lo han manifestado también los convencionales, es postergar todo este tipo de decisiones, que son estratégicas y de duración de varios años, y esperar a que tengamos una nueva Constitución, para que allí quede establecido si Chile va a seguir embarcado en esta lógica de acuerdos comerciales donde se compromete la autonomía de nuestro país”, aseveró.
En el Congreso, el diputado de Acción Humanista, Tomás Hirsch, manifestó que “la Convención misma tiene la total autonomía y debe tenerla para definir su reglamento, su funcionamiento y todo lo que compete la redacción de la nueva Constitución” y acusó que “que vengan eurodiputados a Chile, que hagan una visita, que se reúnan con el Presidente, me parecería gravísimo si hay intentos claros o subrepticios de interferir en el trabajo autónomo de la Convención Constitucional”.
Por lo que el parlamentario llamó a las autoridades a “que les manifiesten con toda claridad, aunque sospecho que no escucharé eso del presidente de la República, la importancia que tiene el proceso para Chile y que, por tanto, tiene que estar totalmente libre de cualquier intento de interferencia que sabemos que, en definitiva, buscan empujar a redacciones que favorezcan intereses de esos países y sus propias corporaciones financieras y comerciales”.
Recordemos que en julio pasado, la plataforma “Chile Mejor sin TLC” dio a conocer una carta firmada por 46 convencionales en las que reiteraron su rechazo al Tratado Transpacífico, TPP11, y solicitaron a la entonces presidenta del Senado, Yasna Provoste, a no votar este ni otro tratado de libre comercio e inversión durante el proceso constituyente.
Esto, porque la aprobación de dichas medidas pondría en jaque la autonomía del organismo y significaría “un gran candado para la discusión constitucional, así como una severa restricción de los derechos sociales”, según señala el documento.
Sin embargo, autoridades europeas ya han manifestado sus intenciones de aportar en el trabajo de la Convención Constitucional.
En diciembre pasado, el embajador de la Unión Europea en Chile, León de la Torre Krais, indicó su disposición de “intentar trabajar con los constituyentes para ofrecerles apoyos y experiencias concretas que les puedan servir en la ardua tarea de redactar una nueva Constitución en un plazo relativamente breve”, en entrevista con La Tercera.
Asimismo, Krais se refirió a los principios básicos a considerar en la redacción de una nueva Constitución, en la que se mostró a favor del quorum de dos tercios, aunque reconoció que “cuanto más amplia sea esa mayoría, mejor en realidad”.
By: Natalia Palma / Diario tvcanal5.cl
- Internacional