No solo el aumento de contagio de VIH es el problema. En nuestro país existe escaso diagnóstico para todo tipo de ETS. El llamado de los profesionales médicos es a generar campañas nacionales de educación, prevención, tratamiento y control de cada una de ellas.
En Chile, el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) ha aumentado considerablemente durante los últimos años.
Desde el mundo médico, insistentemente, se señala la importancia de desarrollar una política pública de educación sexual que permitan disminuir los casos, sobre todo en la población más joven del país.
En conversación con RadioAnálisis, la ginecóloga Andrea Huneeus explicó que el problema alcanza a enfermedades como clamidia o gonorrea, los que tienen un nivel de diagnóstico aún más bajo que el VIH, virus que -según los datos recolectados por la Universidad de Chile en su toma de test rápidos de detección- podría llegar a los 7 mil nuevos infectados para 2018.
ONU Sida ratifica el alza: según la entidad, el nuestro es uno de los países del mundo donde más ha crecido la tasa de infectados. La profesional, especialista en infancia y adolescencia, profundizó en las múltiples razones que han generado esta situación.
Por ejemplo, “todas las políticas públicas que no se han realizado para prevenir el aumento del VIH. No hay programas de educación sexual universales que expliquen las ETS a los jóvenes, partiendo por el acceso libre e ilimitado a los condones; educación sobre cómo usar estos condones y tener una buena experiencia con ellos”.
Huneeus, presidenta de la sociedad de ginecología infanto-juvenil, comentó que todas las Enfermedades de Transmisión Sexual tienen tres formas de ser atacadas: vacunas, protección como condones y control-tratamiento. “No tenemos acceso universal a las dos vacunas que previenen ETS como el virus papiloma y la Hepatitis B”.
Según confirmó, el padecer cualquier ETS favorece el contagio del VIH. “No tenemos control, no tenemos educación, no tenemos condones”, razones que se van sumando hasta llegar al diagnóstico del alza del número de infectados en Chile.
“El 40 por ciento de las notificaciones han sido en isapres, siendo que ellas solo cubren al 15 por ciento del país. Ellos debieran estar teniendo políticas preventivas, pero no lo hacen, se han quedado mudas. Deberían generarse políticas específicas para los grupos de riesgo, terapias de preexposición, intervenciones dirigidas que tampoco existen. Las isapres se han quedado mudas”.
¿Se ha perdido el miedo a estas enfermedades? Es una de las preguntas que se han repetido, sobre todo, porque la edad de los contagiados se concentra en la población adolescente y joven.
¿Cómo se trabaja en revertir el panorama? “Deberían generarse políticas específicas para los grupos de alto riesgo. Por ejemplo, hombres jóvenes que tienen sexo con hombres, que es donde más ha aumentado el contagio. Esos chicos deberían estar con terapia de preexposición, medicamento que se toma todos los días para evitar el contagio del VIH. Así como esa, hay varias intervenciones activas de salud pública que se podrían utilizar, como la gente explicando cómo cuidarse, acceso a condones… cosas que no existen en nuestro país”.
Profilaxis de preexposición
La terapia de preexposición a la que se refiere la profesional es la denominada profilaxis de preeexposición (PrEP). Según se describe en el National Institute of Health de Estados Unidos, la terapia funciona con la administración diaria de un medicamento llamado Truvada (fumarato de disoproxilo de tenofovir y emtricitabina en una sola píldora).
El mecanismo de acción de la combinación de antivíricos es sobre el torrente sanguíneo, dificultando la adherencia del virus en el cuerpo.
El tratamiento reduciría hasta en un 90 por ciento la probabilidad de adquirir el virus y estará disponible para todos quienes, luego de realizarse el test de VIH y encontrarse dentro de la población objetivo, como quienes mantienen una relación con alguien con VIH que no cuente con tratamiento, quienes se hayan contagiado de una enfermedad de transmisión sexual en los últimos doce meses y quienes ejerzan el comercio sexual, la necesiten.
Se entregarán 5 mil tratamientos gratuitos desde el primer semestre de 2019, los que estarán disponibles para cualquier residente de Chile.
Clamidia y Gonorrea
La clamidia, ETS bacteriana más común en el mundo, también ha aumentado. En Chile, se calcula que -por lo menos- el 9 por ciento de los jóvenes menores de veinticinco años, están contagiados.
Las cifras, entregadas en la entrevista por la ginecóloga Andrea Huneeus, dan cuenta de cerca de los cerca de 200 mil casos no diagnosticados. “No tenemos el test de clamidia en el sistema público. Es una enfermedad altamente asintomática y aumenta 2.6 veces el riesgo de contagio de VIH”.
Con ese antecedente, grupos médicos han comenzado una campaña para que el sistema público empiece a tomar las muestras para tratar la enfermedad. “La clamidia no es como el VIH, no mata a la gente y es fácil de tratar con terapia antibiótica. El problema es que mientras está en el sistema reproductivo de las personas, aumenta el riesgo de contagio del VIH y produce tremendos daños reproductivos que llevan a la mujer a ser infertil”.
Otro de los problemas vislumbrados por la profesional tienen que ver con la asintomatología con la que se presenta la gran mayoría de las Enfermedades de Transmisión Sexual, con un periodo muy largo de pocos síntomas. “Por ejemplo, la gonorrea solo da síntomas en los hombres, por ello el 80 por ciento de los notificados en Chile son varones, lo que no quiere decir que las mujeres no la tenga. El punto es que la gente sexualmente activa debería realizarse exámenes de control de forma regular”.
En los últimos cinco años, la gonorrea ha aumentado en un 200 por ciento.
Al respecto, la profesional enfatizó en la necesidad de enfocarse en la educación sexual. “Hay que ser activos y preocuparnos por este tema. Las infecciones de Transmisión Sexual están aquí y debemos manejarlas”.
Huneeus sentencia: “Las ETS están entre nosotros y hay que tratarlas” con las políticas públicas adecuadas, cuyo objetivo es reducir el contacto de nuevos grupos y controlar a quienes ya las padecen.
ETS y VIH
Si bien el SIDA, enfermedad provocada por el VIH, está dentro de las Enfermedades de Transmisión Sexual, es decir las que se propagan por contacto sexual vaginal, anal u oral, el contraer alguna otra ETS aumenta el riesgo de contagio del Virus de Inmunodeficiencia Humana.
Por ejemplo, contagiarse con las mencionadas Clamidia o Gonorrea, Virus de Papiloma Humano (VPH) o Sífilis, aumenta el riesgo de que el VIH se adhiera en nuestro torrente sanguíneo.
¿Por qué? Según el portal InfoSida, esta conexión puede darse en personas que tienen una úlcera o una herida en la piel, con lo cual se facilita la entrada del VIH al cuerpo.
Medicamente se recomienda que una persona con vida sexual activa se realice exámenes periódicos para conocer su estado de salud. En el caso de las personas con la infección por el VIH, deben someterse a una prueba de detección de ETS al menos una vez al año o más a menudo, según los factores de riesgo o los síntomas individuales.
By: Paula Campos / Diario Uchile